Nos pasa a diario a los que tenemos que caminar por el centro de Buenos Aires de toparnos con gran cantidad de turistas repletos de bolsas y petates, caminando a paso tranquilo, parando en cualquier lugar para tomar fotos y uno está con los minutos contados tratando de evitar llevarlos puesto pensando “Movete flaco que no es lugar para pararse con todos tus niños y bolsas ni andar contemplando el acontecer”.
Y si, uno que no es turista camina por el centro a las chapas esquivando a los turistas que no tienen apuro, contemplan la ciudad, hacen compras y sacan fotos.
Lo mismo sucede cuando uno está de turista pero al revés.
Nosotros creemos que somos acelerados, si un poco, yo también pensaba que nadie nos podía superar en eso, hasta que conocí Manhattan.
El rush hour u hora pico de Manhattan es lo más parecido a lo que pasa cuando se patea un hormiguero. Es una verdadera marea de gente.
No se puede creer, es toda la gente saliendo al mismo tiempo de sus trabajos para volver a sus casas lo más rápido posible.
El tráfico es imposible, las calles saturadas, el metro es una lata de sardinas, bueno, en eso nos parecemos.
Más allá de que ese momento es particularmente estresante, el tema es que los neoyorkinos caminan muy rápido, sin mirar demasiado, y con poca contemplación hacia el prójimo, pero hay que ser honesto, la educación ante todo, si te empujan, chocan o pisan, siempre te dicen “I´m sorry”.
Tanto lo dicen que te empieza a dar gracia porque no solo suena automático, es automático y pareciera que todo está solucionado con un “I´m sorry” no importa si te chocaron y quedaste dando vuelta como un trompo y te tiraron tus bolsas cuatro metros para atrás, o si te pisaron con un taco aguja o con las zapatillas de Michael Jordan, te dicen “I´m sorry” y siguen su camino a la misma velocidad para adelante.
En una cuadra pueden llegar a decirte seis o siete veces “I´m sorry”, pero para el quinto empujón uno ya está, como mínimo, indignado, entendemos todo pero no somos transparentes y del alma latina nos sale un “I´m sorry las pelotas, man” que posiblemente nadie escuche.
Así que están advertidos, tengan en cuenta los rush hour, entre las 7 y las 10 de la mañana y las 4 a 7 de la tarde (también hay un pequeño rush de almuerzo tipo 2 de la tarde) y traten de evitarlos aunque he de ser sincera y verlo está bueno como experimento antropológico, pero tengan mucha paciencia o vayan en modo stopper de los Broncos de Denver y confórmense con los infinitos “I´m sorry” que les van a decir.
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Muy interesante lectura este post, y el blog entero. Saludos desde Cordoba!