Anteriormente escribí acerca de La Piedad y El David ambas esculturas realizadas por Miguel Angel.
La trilogía perfecta de las obras maestras de Miguel Angel cierra con El Moisés (1515).
Podrán decir que estoy enamorada ciegamente de la obra de Miguel Angel, tienen razón, es mi favorito del Renacimiento y casualmente El Moisés es la escultura favorita Miguel Angel, así que tenemos la obra favorita de mi artista favorito.
El primer dato que quiero dejarles es dónde está ya que he escuchado que la gente cree que está en la Basílica de San Pedro en El Vaticano, no es así, está en la Iglesia San Pietro in Víncoli, en Roma, es una iglesia menor si la comparamos con San Pedro o Santa María Maggiore pero que tiene el privilegio de albergar esta maravilla.
También es cierto que la idea era originalmente que El Moisés estuviera en la tumba del Papa Julio II en San Pedro, pero finalmente se decidió que tumba y Moisés fueran a San Pietro in Víncoli, iglesia favorecida con el mecenazgo de la familia del propio Julio II y donde éste había sido Cardenal antes de ser Papa.
La estatua es de mármol blanco de Carrara y forma parte de una estructura mucho más grande que conforma la tumba del Papa.
Miguel Angel no sabía qué era lo que iba a rodear su estatua ni a qué altura iba a quedar, pero la hizo para ser vista desde abajo y finalmente quedó apenas unos centímetros por encima del suelo.
Lo que vemos es a un impresionante Moisés sentado con las tablas de los mandamientos abajo del brazo y con su mano tocándose la barba, aparentemente luego de su llegada del monte Sinaí cuando encuentra al pueblo judío adorando al Becerro de Oro y eso lo enoja muchísimo, y así lo vemos, con una expresión de furia en su rostro, a punto de levantarse de su asiento, con los músculos en tensión y las venas hinchadas.
Lo que más me gusta del Moisés como también me gusta de La Piedad son los pliegues de las telas y el juego de luces y sombras que otorgan.
Los detalles tanto de las manos como de los pies son impresionantes, son extremadamente realistas y todo el modelado es perfecto, la barba es increíble, solo hay que pensar un segundo que eso es mármol y Miguel Angel lo modelaba de esa forma extraordinaria como si fuera plastilina!
Otra de las cosas notables es el contraste que existe entre lo que es el friso principal de la tumba que contiene algunas esculturas y grabados y la estatua del Moisés, y no es que lo demás es feo, es que la diferencia entre lo bueno y la genialidad es obvia.
No quiero exagerar y si exagero que alguien me lo discuta y estaré encantada, El Moisés es la mejor estatua de mármol jamás hecha, después podemos hablar de gustos, pero en ejecución es insuperable.
Cuenta la leyenda:
La estatua tiene un golpe en la rodilla derecha y se dice que Miguel Angel al terminarla le pegó en la rodilla y le ordenó “Habla!” quizás viéndola tan perfecta sintió que lo único que le faltaba era hablar.
No sabremos si es verdad que Miguel Angel sintió eso. Pero yo si. Solo le falta hablar.
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Analicemos lo que está mostrando la escultura. Si notas el moisés tiene cuernos. Son los cuernos de luz porque están entre la glándula pineal y la glándula pituitaria, estos solo los poseen los grandes iniciados. Miguel Ángel sabe esto, por eso sabe quién es el moisés y se los esgrime.
Tremenda escultura, ya te comente que de arte no se nada, pero las tres que nombras las vi y esta en particular me dejo sin aliento. La descubrimos de casualidad, porque como bien decis pensabamos que estaba en otro lado. La iglesia en si es hermosa, pero esta obra es IMPRESIONANTE, nos quedamos horas mirandola. Senti que tenia vida propia.
Hola Gimena.
Estoy en parte de acuerdo contigo en que El Moisés de Miguel Ángel es una de las esculturas mejor ejecutadas de la historia, y es de una maravillosa belleza...
Sin embargo, tengo que discrepar contigo en que sea la mejor ejecutada de todas, al menos tienes que darme el beneficio de la duda y admitir que, si no están por encima, sí están al mismo nivel que el Moisés dos esculturas de Bernini (en Villa Borguese, Roma); una es El Rapto de Proserpina y la otra es Apolo y Daphne. ¿Te has fijado en esos dedos hundidos en el muslo de Proserpina o esos dedos de Daphne convirtiéndose en Laurel? Es poesía pura hecha escultura.
Supongo que las conoces y ya me comentas si estás de acuerdo en que están al nivel del Moisés -por no decir que son superiores- o sigues considerando al Moisés superior.
Un saludo