Pasar San Patricio en Nueva York
Entre la lista de cosas imposibles que me podían pasar de viaje, festejar San Patricio en Nueva York estaba en mi top 10.
Resultó que mi primer viaje a EEUU allá por marzo de 2011 tenía una agenda marcada por por un evento en Texas, y aprovechando el viaje al final del evento decidimos tomar un vuelo interno a NY y quedarnos una semana para conocer la ciudad, y admito que no había hecho mucha investigación antes, fui solamente a que la ciudad de conquiste.
Y la ciudad me conquistó. Nueva York me resultó increíblemente abrumadora en el buen sentido, superó todas mi sespectativas y demolió todos mis prejuicios.
Al segundo día de estar paseando por los rincones de la ciudad, comenzamos a ver carteles en los pubs que ofrecían promociones por Saint Patrick´s Day, y perplejidad absoluta nos preguntamos:
Cuándo es San Patricio? Google it! 🙂
17 de Marzo, San Patricio, Santo Patrono de Irlanda.
Es decir en dos días. La noticia: Todavía estaríamos en New York!
Casi sin creerlo comenzamos a buscar información sobre las actividades de ese día.
Había misa en la Catedral de San Patricio, que es un lugar para dedicarle una visita, luego algunas actividades en pubs y en el Hell´s Kitchen, que es el barrio irlandés.
Los noticieros locales también informaban acerca de los cortes de calles con motivo del desfile, y aconsejaban que lo mejor era llegar en metro.
El desfile se realiza siempre desde las 11 de la mañana hasta las 4 o 5 de la tarde, sobre la 5ta Avenida, entre la 44 y 80 y hasta allí nos fuimos alrededor del mediodía sin siquiera sospechar que lo que íbamos a ver era el desfile más grande y más antiguo de Estados Unidos.
La gente se convoca najo el lema “Irlandés por un día” vestidos de verde, con alguna cerveza de más y muchas ganas de festejar.
El desfile fue alucinante tanto en cantidad como en calidad. Vimos desfilar varios cuerpos y bandas militares, fuerza aérea, marina, departamentos de policías y bomberos, veteranos de guerra, escuelas, universidades, escuelas de danzas irlandesas que mostraban su tan típico y enérgico baile, escuelas de música, asociaciones gaélicas de todo tipo, las increíbles y tan emocionantes gaitas, cuyo sonido es una presencia solemne que atravieza el cuerpo de lado a lado.
Como balance del día puedo decir que fue el desfile más grande y fantástico que vi en mi vida, y si en algun viaje llegan a coincidir con la fecha, no se asusten y huyan para el otro lado, dense la oportunidad de ir a celebrarlo, no se van a arrepentir.
Nos divertimos muchísimo y la pasamos super bien sin necesidad de terminar abrazados a cuatro barbudos vestidos de elfos en el Central Park, pero nos sumamos a los festejos con buena onda y la pasamos increíblemente bien.
Por otro lado, entiendo al neoyorkino fastidiado por las celebraciones, porque todo es caótico ese día, pero como visitante la experiencia es inolvidable.
Si están, de casualidad (o no) para el 17 de Marzo en NYC, no dejen de ir, no se lo van a olvidar nunca en su vida.
Tienen un sitio oficial con toda la info.
