Palacio Topkapi – Estambul

Este es uno de los paseos tradicionales de Estambul del cual disfruté muchísimo, en parte porque en cuanto a su arquitectura es diferente a todos los palacios europeos que he visitado y en si hablamos el bagage histórico, es la ventana a la cultura otomana que es tan basta como impresionante.

En lo personal subjetivo: Me sentí entrando a un palacio de Las Mil y Una Noches, viajando en el tiempo a la época de los Sultanes y su harem con hermosas mujeres en un marco de opulencia, lujo y exuberancia que he visto raras veces y nunca en este formato.

Este Palacio fue el centro administrativo del Imperio Otomano desde 1459 a 1853, es decir, desde antes del descubrimiento de América hasta el año de la creación de nuestra Constitución, y me gusta ponerlo en estos términos para dar la idea acabada de tiempo.

Está entre lo que llaman “El cuerno de Oro” y el Mar de Mármara, digamos en el centro de Estambul y la referencia es para que sepan que se puede llegar en transporte público o caminando.

La realización del Palacio fue ordenada por el Sultán de turno que se llamaba Mehmed II y está construído bajo normas de arquitectura Turca, con lo cual nos tenemos que olvidar de lo construido para la misma época en Europa porque no tienen un solo punto de contacto.

El Palacio está compuesto por varios edificios y el recorrido entre las salas es un poco caprichoso entre patios y jardines pero así y todo completan el conjunto perfectamente y está rodeado, como no podía ser de otra manera, de una Muralla Bizantina perfectamente conservada.

Hoy en día el Palacio es un museo, así que no solo posee cosas propias del Palacio, sino que además tiene colecciones impresionantes de: cerámicas, retratos, armas (para fanáticos), miniaturas, reliquias sagradas, y relojes (esta es increíble).

La estrella del lugar es el Tesoro, en el cual encontramos una sala de perlas, otra sala con el trono de jade de Ahmed I, la famosa Daga de Topkapi, que es la daga más cara del mundo, adornada con oro, diamantes, esmeraldas y otras piedras preciosas.

De hecho hay una película que se llama Topkapi, del año 1964, en donde Maximilian Schell y Peter Ustinov intentan robar del palacio la famosa daga.

En otra de las salas, que está fuertemente custodia y en donde se apila la mayor cantidad de gente, se encuentra el Diamante del Cucharero, que es el tercer diamante más grande del mundo con sus 86 quilates y 17.2 grs. Es realmente impresionante y bellísimo. Está detrás de un vidrio blindado y con un guardia armado a cada lado.

Para verlo hay que hacer fila, podés verlo unos segundos y luego tenés que salir para que otra persona lo pueda ver.

Yo hice la fila dos veces y cuando me estaba yendo, vi que no había gente en la fila y volví a la sala para verlo una vez más y guardarlo en la retina, ya que fotos no se pueden sacar, honestamente es hipnótico y por suerte hay buenas fotos profesionales para que lo puedan ver.

Otra de las cosas atractivas del lugar son los jardines, que no tienen la grandilocuencia de los de Versailles pero si son muy lindosy se pueden aprovechar muy bien para tomar un descanso durante la visita.

Hay una sección en el Palacio que el el Harem para lo que hay que pagar un ticket extra. No lo hice por falta de tiempo y acá van los primeros consejos. Vayan con tiempo, buen calzado y más o menos descansados.

Habitualmente los tours le da 2 horas a este Palacio y luego te sacan para otro lado o te devuelven al hotel.

Nosotros llegamos a las 3 de la tarde y desde el vamos le dijimos al guía que no volvíamos con él porque nos íbamos a quedar más de dos horas, vuelvo a decir que es muy céntrico y que es muy facil volver desde allí.

Estuvimos cuatro horas para recorrer bien el Palacio y no nos quedó tiempo para ver el Harem, (tampoco energía) que consta de las habitaciones de las mujeres del Sultán, de sus hijos y de los eunucos.

Me han dicho que no tienen nada más allá de la estructura pero que sin embargo otorgan una buena idea de la vida familiar de los Sultanes. Como digo siempre, otra vez será.

Para terminar con la historia, este Palacio fue casa de los Sultanes hasta 1853, luego se construyó el grandioso Palacio Dolmabahce para ser residencia oficial, del cual les hablaré más adelante porque es increíble.

“Disfrutemos del placer que pasa junto a nosotros, que mañana ya estará lejos. Todo lo que ha de suceder, sucederá, pues cuanto escribió el destino, tiene que cumplirse”

Las Mil y Una Noches