Más que museo Orsay es una pinacoteca dedicada a las artes plásticas del siglo XIX y casi en consecuencia, alberga la mayor colección de obras impresionistas del mundo, lo que en lo personal me fascina.
En términos de tiempo podría decirse que el Louvre tiene las obras antiguas, el Orsay tiene las obras del siglo XIX y principios del XX y el Pompidou tienen el arte moderno y contemporáneo.
El museo está emplazado en la vieja Estación de Orsay, construída para la Feria Mundial del 1900, solo funcionó durante 39 años.
El edificio es bellísimo absolutamente Neoclásico Europeo, ya lo había mencionado cuando hablé de la Grand Central de New York. Son parecidos, no?
Solamente el edificio en sí mismo y los detalles de ornamentación valen un capítulo aparte, el trabajo del techo, los mármoles y el hermoso reloj.
Y la estación?
Actualmente está debajo del Museo la actual estación que lleva el nombre Musée d’Orsay.
Hay algo en este museo que me gusta particularmente más allá de haber visitado otros museos más grandes, más renombrados y con colecciones mucho mayores, este museo parece atraer a otro tipo de público, aunque es bastante visitado, no es el hormiguero en el cual se transforma el Louvre a veces y es un público más respetuoso y silencioso.
Puede que sea porque las obras no son tan populares como la Gioconda y entonces el público es más selecto, o porque el lugar ayuda a que reine el orden, o ambas cosas, lo cierto es que se puede ver un Van Gogh o un Manet sin ningún vidrio delante y sin ninguna valla de seguridad, se pueden apreciar hasta las más mínimas pinceladas sin problema y sin que nadie te apure y la gente parece estar de acuerdo en conservar esa tranquilidad.
Además este museo está lleno de guardias de seguridad que hacen que nada se salga de los carriles.
Entre otros van a encontrar obras de: Pissarro, Cézanne, Renoir, Coubert, Seurat, Degas, Delacroix, Toulouse Lautrec, Gaugain, Van Gough, Gérôme, Klimt, Manet y Matisse.
Tremendo encontrarlos a todos juntos.
El recorrido por el museo es muy facil y muy cómodo, el museo es pequeño aunque hay que ir con tiempo porque siempre hay bastante cola para ingresar. Se puede hacer en una mañana tranquilamente.
Los tickets se pueden comprar ahí mismo sin reserva.
Así que ya saben si les gustan las obras impresionistas, no pueden dejar de ir, además el lugar con su arquitectura tan exquisita hace que toda la visita sea completamente placentera.
Yo fui dos veces a falta de una porque lo considero un absoluto deleite visual.
Más info en el sitio oficial – http://www.musee-orsay.fr
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Coincido en todo, es un museo completamente diferente al Louvre y con un público más tranquilo y respetuoso, aunque nunca falta algún desubicado :)
Hay muchísimas obras de la reputísima madre (una expresión que utilizamos los críticos de arte) de artistas de gran renombre y altísima calidad, pero cuando vi los cuadros Van Gogh entendí que Vincent era el puto amo del pincel y me hice pis ahí mismo.
Lo único que no me gustó mucho es que no te dejen sacar fotos, pero se entiende, además, ya existen miles de fotos de gran calidad de esas obras.
Que ganas de volver!