Santa María Maggiore – No es una Iglesia más

Cuando uno anda de gira por ciudades europeas nos sucede que visitamos más iglesias de las que podemos contar y a la iglesia número 25 decimos “Otra Iglesia más!”

Puedo entenderlo porque me pasó pero hay que poder distinguir cuál es “una Iglesia más” y cual es una que no podemos dejar de visitar aunque estemos cansados de tanto santo, vírgenes y querubines.

Esta iglesia es una de las que más me impactaron por tamaño, por diseño, por los detalles y por la historia.

Santa María Maggiore no es una iglesia más, primeramente es una Basílica, lo que en términos cristianos significa que es más grande y de mayor importancia, que es a lo que también se refiere con “Maggiore” ya que es una de las cuatro Basílicas Mayores de Roma (San Pedro es otra, por ejemplo).

Esta iglesia data del Siglo IV y sirvió a lo largo de la historia como refugio de cristianos, hogar de Papas y también sepulcro de varios, entre ellos Clemente VIII, Pablo V y Pío V.

No es de extrañar que los Papas hagan uso y celebren fiestas en esta Basílica ya que es una de las llamadas Patriarcales, de hecho si bien está en Roma y es netamente Italiana, pertenece al Vaticano por derecho de extraterritorialidad, quizás recuerden al Papa Francisco ni bien asumió haciendo una ofrenda de flores a la Virgen protectora del pueblo Romano.

La construcción de la iglesia (todavía no era Basílica)  se ordenó en el año 360 ya que se decía que en ese lugar había habido una aparición de la Virgen María. Pero no fue hasta el año 431 que la Virgen fue considerada Virgen para la iglesia, y fue entonces cuando se ordena construir sobre la iglesia una mucho más grande en las proporciones que la podemos ver ahora, pero todavía no en el tamaño.

Pasaron los Papas y la iglesia fue ampliada, restaurada ornamentada y vuelta a ampliar no menos de 6 veces, incluyendo la gran restauración luego del terremoto de 1348.

Este tipo de reconstrucciones nos trae como siempre la mezcla de corrientes arquitectónicas y artísticas, por eso podemos encontrar barroco, medieval y renacentista en el mismo lugar.

En una de estas restauraciones es que se dora el techo, que es una de las cosas más impresionantes de la Basílica, el diseño del techo y el laminado en oro que tiene.

El oro fue regalo de Carlos I de España o de Austria o Habsburgo, para que lo ubiquen, es el hijo de Juana “la loca” y Felipe “el hermoso”, uno de los reyes más poderosos de Europa.

El oro que regaló Carlos I venía de América, porque no hay nada como regalar lo ajeno.

Bajo la Basílica está la llamada Cripta de Belén, de libre acceso al público, donde se guarda, según dicen, la cuna de Jesús. Allí también celebró su primera misa San Ignacio de Loyola y está enterrado San Jerónimo.

Demás está decir que todo esto tiene muchísimo más sentido si el visitante es católico y/o religioso, pero para el no entendido en la materia el valor histórico y la belleza es más que notable y por eso es que recomiendo el paseo en cualquiera de los casos.

Qué más hay para ver?

El trabajo del suelo de mármol es impresionante.

La cúpula y los mosaicos que forman la coronación de la Virgen

El San Cayetano de Bernini y frescos, esculturas y monumentos funerarios de todo tipo, incluyendo la propia tumba de Bernini, al costado del altar mayor, que creo que para mi fue una de las cosas más emocionantes.

Como dije, no importa si son católicos creyentes o no para poder apreciar esta Basílica, es impresionante primeramente por tamaño, luego por la historia que lleva consigo y por la majestuosidad del interior.

Recomiendo tomarse el tiempo de verla desde afuera y por todos los frentes ya que cada uno da una postal distinta.

Las iglesias en Roma son de entrada libre, no hay que pagar nada, pueden tener un guía pero no se puede hablar mucho dentro de la iglesia, posiblemente les hablen afuera y luego entren a hacer la visita.

Ultimo tip, pasen también de noche que está hermosamente iluminada y junto a la plaza de enfrente forman una vista formidable.