Hasta hace muy poco, para mí era un total misterio cómo era el proceso de recorrer bodegas.
Estuve en Mendoza hace varios años, pero fui en un viaje corporativo y todas las actividades y visitas a las bodegas estaban pautadas previamente, así que no tuve que pensar.
En 2021 planifiqué mi primer viaje a Salta, aunque no me lo crean, y como nunca había recorrido bodegas ni planificado nada parecido (las de Alsacia no cuentan porque aparecieron en mi camino), me hice varias preguntas cuyas respuestas no encontré en los relatos de las impresiones de otros viajeros respecto del tema, o algunas sí y otras no.
Dicho de otra manera, nadie explica qué implica “recorrer bodegas”, cómo, dónde, cuáles, pagando, reservando, cuánto tiempo lleva, cómo se llega, cómo se hace una degustación, etc. Es como si dieran por sentado que uno conoce todo el circuito y lo cierto es que hasta que no lo hacés, no lo conocés, así que intentaré hacer de guía para aquellos que, como yo, no saben por dónde empezar y para los que ya saben daré algunas recomendaciones que les facilitaran mucho el recorrido y la experiencia. Allá vamos!
Antes de meterme con el mapa y la ruta del vino, es decir, con los recorridos propiamente dichos, es necesario aclarar algunas cosas.
A la mayoría de las bodegas se puede ingresar como Pancho por su casa, sin reserva, sin pedir permiso, simplemente entrando por la puerta y saludando. Solo en algunas el acceso es un poco más cuidado y tienen a un señor de seguridad al que le podés decir que venís a ver la bodega o a comprar vinos o a ver el Hotel (muchas bodegas tienen sus hoteles dentro), o las instalaciones, y la verdad que no dejan afuera a nadie.
Para otros casos, por ejemplo para degustaciones grupales, hay que reservar con un día de antelación o la misma mañana para la tarde, o a veces de una hora para otra. La verdad es que no hay una formalidad estricta, SALVO en aquellas bodegas que tienen restaurantes que piden reserva hasta para tomar un café, incluso cuando el salón está vacío. No es broma.
Resumiendo, uno puede ir muy suelto a hacer el recorrido sin haber reservado ni planificado nada en primera instancia y va a ingresar en la mayoría de las bodegas, hasta puede participar de una degustación paga o, incluso, gratuita. Pero para algo más puntual como almorzar o hacer una degustación en una bodega puntual, me acuerdo de dos que eran así: Piatelli y El Esteco, conviene llamar y reservar.
Por último, auto, excursión o remis? Las 3 opciones son válidas. Con auto vas donde querés el tiempo que querés, con excursión podés hacer unas cuántas bodegas un día y si te gustó alguna en particular y querés volver o hay alguna a la que tenías ganas de ir y no estaba incluida en la excursión, podés tomar un remis, no son caros para nada y nada está muy lejos.
Lo primero que recomiendo es trazarse la ruta del día, no de una manera estricta, sino una somera idea de lo que se quiere recorrer. Para eso utilizamos a nuestro buen amigo Google en donde le pediremos que nos marque las bodegas cercanas y uno puede ir “barriendo la zona” dependiendo de su lugar de alojamiento, pero, como dije, nada está muy lejos de nada.
Estas son las bodegas a las que yo fui en 3 días y de las cuales puedo dar referencia. No les voy a decir a cuáles ir y a cuáles no ir, vayan a todas las que puedan y prioricen las que les sean más atractivas.
Es céntrica y está bonita. No degusté nada pero es un lugar para pasar a ver.
Domingo Hermanos: ¡No confundir con Domingo Molina! También es para pasar y ver, como parte del paseo.
La visita guiada es gratis y la degustación es sobria. Tiene vinos gama media, está muy bien, vale la pena por la explicación de la visita y porque el lugar es bonito.
Es el secreto mejor guardado de Cafayate. Esta gente, además de alojamiento para quien quiera alojarse allí, ofrece picnics en los viñedos abajo de los árboles. Te dan una mantita y una canasta espectacular con un picnic buenísimo con vino incluido. De las mejores experiencias que tuve. OJO, que la dirección es la de la Finca El Retiro y no la de la bodega, igual están a 3 cuadras. Llamen para reservar.
Es impresionante esta bodega. El casco y los jardines son preciosos. Tiene restaurante, visitas y degustaciones. El vino es muy bueno y la degustación “más cara” vale la pena. Reserven y vayan.
La visita y la degustación son gratis, apuestan a la venta. El vino es bastante comercializado en todo el país, es un gama media muy decente. La visita tanto en recorrido como en explicación están muy bien. No se asusten si ven mucha gente, van despachando en grupos bastante rápido.
Tiene todo y todo es lindo. Hotel, degustación, visitas, restaurante y cabalgatas. Acá sí que mejor reservar, aunque para ir a probar unos vinos no les hacen problema. El lugar es muy lindo, muy fotografiable y tiene un casco colonial que te transporta a mediados del siglo 19. Hay que ir.
El lugar es una hermosura! Se puede almorzar o hacer degustación, y si no quieren, vayan solo a mirar el lugar y el paisaje.
Es una bodega relativamente joven y de arquitectura moderna. La gente es amabilísima, te reciben con una copa y te cuentan la historia de la bodega. Tiene restaurante.
Con toda esta info espero haber echado luz sobre las dudas que hayan tenido respecto a cómo se puede hacer el recorrido de bodegas en Cafayate. Es bastante más simple de lo que uno imagina y la verdad es que mucho del recorrido se va armando en el camino.
Dos últimos consejos, los salteños son muy amorosos y muy dispuestos a ayudar, pero no tienen el ritmo de los que vivimos una ciudad, así que tengan paciencia y empatía para poder disfrutar de todo.
Coman todo cocido y con moderación, eviten las picadas o fiambres, yo sé lo que les digo.
Como siempre si tiene alguna duda me pueden consultar por mail o por twitter a @peluz
Hasta la próxima!
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