Piscina del Diablo, Cataratas Victoria

Hace poco les comenté que una de las cosas que más me gusta hacer es nadar y los desafié a bucear de noche en un museo bajo el agua.

Pues alguien dobló la apuesta y me cacheteó con un guante.

Me desafiaron a nadar en la Piscina del Diablo, en las Cataratas Victoria.

Las Cataratas Victoria están situadas en la frontera entre Zambia y Zimbabwe (Africa), y son la atracción turística número uno de ambos paises.

Con un ancho de 1,7 km y un salto de 108 mts son una de las cataratas más importantes del planeta, destacables principalmente por la visualización frontal que se puede tener de toda la caída de agua y en volumen solo es superada por nuestras cataratas del Iguazú.

Forman parte de dos parques nacionales hermosos y si bien ni Zambia ni Zimbabwe son destinos populares, esta catarata es muy digna de ser visitada.

En la parte más alta de la catarata, en épocas de bajo caudal que va de Septiembre a Diciembre, se forma una piscina natural justo al borde de la caída a la que llaman Piscina del Diablo.

Es de facil acceso y dicen los aventureros que se puede nadar de forma muy segura.

Básicamente es la piscina más peligrosa del mundo.

Confieso que cuando vi las fotos del lugar me dio bastante vértigo y enseguida supe que nada tiene que ver esto con mi amor al agua.

Acá se necesita tener un espíritu más aventurero y rayano a lo suicida, y digamos que para meterte a chapotear en este lugar no basta con que te guste nadar.

Por lo visto el lugar es impresionante,  la experiencia debe ser única y las vistas desde allá arriba van más allá de lo imaginable, no lo voy a discutir.

Ahora, animarse a llegar al borde de una catarata con el agua al cuello es otro capítulo al que titularía “Riesgos que valen la pena” y no estoy hablando de deportes extremos ni disciplinas peligrosas, estamos hablando de cualquier mortal de vacaciones.

Entonces, es riesgoso? Y … si

Vale la pena? Si llegué hasta ahí no te puedo decir que no.