Visita a Trogir: La otra perla del Adriático
El año pasado anduve dando vueltas por Croacia y no hace mucho les conté sobre “La perla del Adriático” es decir: Dubrovnik.
Entre otras cosas les comenté, sin temor a equivocarme, que toda esa región está creciendo de una manera formidable y tiende posicionarse como un destino popular en Europa.
Por supuesto sigo pensando lo mismo.
Desde Dubrovnik partimos hacia la ciudad de Split, que son 230 km para el norte siguiendo la ruta de la costa cuya vista es espectacular lo cual hace que el viaje sea todo placer.
Split es otra ciudad bellísima, de la cual también les conté un poco acá.
Estando allí, y teniendo info y una altísima recomendación de antemano, fuimos a pasar el día a la ciudad de Trogir que queda a solo 27 km del centro de Split.
Si Dubrovnik es La Perla, Trogir es La Perlita.
Es puerto (si, seguimos en la costa) y ciudad histórica de Croacia pero en realidad la ciudad toda es una pequeña isla unida al continente por puentes por los que se puede pasar inclusive caminando.
La historia de esta pequeña ciudad, que dicho sea de paso es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1997, se remonta al siglo III aC, primeramente fue griega, luego fue parte del Imperio Romano, luego pagó tributos a los reyes de Croacia por casi 200 años pero en 1007 se independizó pero solo por 9 años, luego conquistada por los Sarracenos, y acá me perdí entre conquistas independencias y reconquistas ya que como puerto y ciudad Trogir fue codiciada por todos los que la rodeaban.
Desde el siglo XV hasta el XVIII estuvo bajo el control Veneciano y les aseguro que se nota porque las calles de la ciudad recuerdan inmediatamente a las calles de Venecia.
En 1797 Trogir pasa a ser parte del imperio austrohúngaro hasta 1918, salvo dos períodos en que los franceses la ocuparon en 1804 y 1814.
En síntesis, la pobre Trogir vivió para el cachetazo y todavía faltaban venir las dos guerras mundiales y la guerra de los Balcanes.
Tras la primera Guerra se unió a los “Estado de los Eslovenos, Croatas y Serbios” luego Yugoslavia.
En la Segunda guerra fue tomada por los Italianos por si faltaba alguna invasión más. Luego siguió siendo Yugoslava hasta 1991, tras la guerra de separación, en donde quedó donde la conocemos, en Croacia.
Toda esta introducción histórica tiene una razón de ser: Trogir posee una increíble y riquísima mezcla de cultura influenciada por griegos, romanos, venecianos y todos que hayan dominado ese territorio alguna vez.
Tiene una gran cantidad de monumentos históricos, iglesias, torres y fuertes, y lo más alucinante de todo es que aquella pequeña urbanización primigenia no fue destruida nunca, por el contrario, todos los que por allí pasaron se dedicaron a embellecer la ciudad, entonces lo espectacular de las construcciones romanas, la contundencia medieval barroca y gótica, y la belleza perfeccionista del renacimiento veneciano conviven en un solo lugar perfectamente bien conservado.
Dicen que Trogir es el “complejo romántico-gótico mejor conservado de Europa central”
No tengo la menor duda.
Como les comentaba al principio, es una ciudad que puede ser recorrida en un solo día porque es muy pequeña. Vale la pena sentarse a tomar algo en la plaza central o en cualquier callecita del centro histórico, la verdad es transportarse en el tiempo en un ambiente sumamente tranquilo y apacible. Como digo a veces “Tiene mucha magia y se te pega muy rápido”.
Acá les dejo unas fotos para inspirarse.
