Coliseo de Roma
Tengo la sensación de que para escribir del Coliseo tengo que respirar hondo, será porque lo que les pueda contar va a parecer poco, me encantaría saber más y contarles más acerca de los antiguos romanos, o quizás porque no puedo dejar de volcar mi versión subjetiva de las cosas aunque trataré de ir de una orilla a la otra sin marearlos ni aburrirlos.
El coliseo es un anfiteatro romano del siglo I que está en el medio de la ciudad de Roma y eso es una de las cosas que primero impresiona, ciudad moderna, tremendo tránsito y de fondo el Coliseo.
Yo creo que los romanos deberían darle gracias a Dios todos los días por poder ir al trabajo y en el camino ver el Coliseo.
Originalmente se llamó Anfiteatro de Flavio y pasó a ser llamado Colosseum por una gran estatua de bronce de 35 metros o “Coloso de Nerón”, ubicada junto a él.
El Coloso se perdió, imaginamos que a otro emperador no le gustó y la sacó. El pedestal del Coloso duró hasta 1939, y ya nada queda del antiguo Coloso, salvo el nombre que le dio al anfiteatro de al lado.
La segunda cosa que impresiona es el tamaño, teniendo en cuenta la época, tenía lugar para 50 mil espectadores con 80 filas de gradas organizadas por clases sociales, los más ricos y nobles, más cerca de la arena.
La tercer cosa que impresiona es el estado de conservación que tiene, si bien ha perdido alguna parte de la fachada, está entero y lo mejor de todo es que podemos entrar cuantas veces querramos y darnos cuenta en primera persona que aspecto tenía hace 2 mil años.
El Coliseo tiene una historia muy rica y también hay mucho escrito al respecto, yo rescato la parte que dice que en el Coliseo “No se tiraban a los cristianos a los leones”.
A ver, era un teatro, se usaba como teatro para entretenimiento, para ver puestas en escena, juegos, espectáculos, si se usaban animales para el show, y a veces había cacería de animales pero eran carísimos como para andar matándolos, y los actores representaban diferentes batallas, también obras de mitología clásica, y peleas de gladiadores, pero no hay documentación de matanzas indiscriminadas de cristianos ni nada por el estilo.
La visita al Coliseo es obligada si estás en Roma, incluso si ya han ido anteriormente no debieran privarse de la sensación de volver a estar allí y pensar que esa obra estuvo en pie por 2 mil años y que la podemos ver, tocar y disfrutar libremente.
Las entradas se pueden comprar allí mismo, aunque lo más conveniente es comprar un pase para Coliseo- Foro Romano y Palatino, conviene el precio y evitamos largas colas, sale algo de 16 euros.
También existe el Roma pass que permite la entrada a las principales atracciones y transporte público, sale 28 euros por 48 horas o 36 euros sin límite de tiempo.(no incluye guía)
Yo no lo usé porque armo los circuitos bastante caprichosamente y evito el medio de transporte porque me encanta caminar por Roma.
Respecto al guía (que es de carne y hueso) es a gusto y conocimiento personal.
La primera vez que fui hicimos el paseo con guía en español y la verdad que fue muy buena. Para la segunda vez que fui, además de que ya había hecho el tour con guía anteriormente, tenía a Fabio que es como una especie de libro abierto en historia antigua, así que fuimos solitos y la pasamos muy bien.
Actualmente el Coliseo lo usa la Iglesia Católica los viernes santos para terminar el vía crucis, es un espectáculo digno de ver y de tanto en tanto hay algún espectáculo que toma al coliseo como sede o parte del propio show, hay que estar atento.
El Coliseo abre a las 9 de la mañana y dependiendo de la época del año puede cerrar a las 5 de la tarde o a las 7, cheqeen antes pero no conviene ir tarde porque la visita dura aproximadamente 2 horas y si vienen de un día largo o vienen de caminar el Foro Romano, van a estar muy cansados.
Además de esto, si pueden pasar a la noche y lo van a ver hermosamente iluminado
