Visita a la Alhambra de Granada
Hace poco anduve de recorrida por España, específicamente por Andalucía, más conocida (en Argentina) como “La parte sur de España” o “La parte gitana o flamenca”.
De la experiencia puedo decir que me resultó encantadora de principio a fin.
En todos los aspectos Andalucía se lleva premios, desde lo histórico y cultural hasta lo culinario (sobre todo lo culinario) Son tan “cocinó mi abuela” que me matan de amor gourmet.
Así fue que llegamos a Granada y si tenemos que hablar de “eso” imperdible para ver en Granada, es La Alhambra.
Pero ¿qué es La Alhambra?
Es una ciudadela con todo y Castillo. Es también una una fortaleza que contiene a los Palacios Nazaríes reales con sus hermosísimos jardines árabes y sus casas de retiro.
El conjunto es sorprendente y maravilloso.
En los años de dominio Árabe este lugar alojaba al monarca y a la corte del Reino Nazarí de Granada.
Su gran atractivo pasa por tres fundamentos de la arquitectura musulmana: los magníficos interiores, cuya decoración está en la cima del arte andalusí, los magníficos jardines que reflejan el poderío y la riqueza del reino y la adaptación de todo el conjunto al medio, que se amalgama al paisaje perfectamente creando una nueva unión integrada a la naturaleza.
La visita por dentro
Lo primero que se visita es La Alcazaba, que es la parte de la fortaleza propiamente dicha y, por consiguiente, la zona militar, de defensa y vigilancia.
Las edificaciones datan del siglo XI y es la zona más antigua de todo el complejo por cuestiones lógicas: primero la defensa.
Acá se pueden recorrer las murallas, las torres, la plaza de armas y se tiene una muy acabada idea del trazado de todas las edificaciones defensivas.
Luego se visitan los Palacios Nazaríes que son el conjunto de Palacios de la corte que datan del principio del siglo XIV.
Este conjunto es a mi gusto lo más impactante del lugar.
La decoración de los interiores es exquisita. Los detalles constructivos en techos y paredes son imposibles de imaginar, de hecho en las fotos los mármoles y los yesos parecen puntillas de tela.
El trabajo artístico desplegado en todas y cada una de las salas, galerías y patios solo nos pueden remitir a la riqueza y perfeccionismo árabe que, sin ser el engolamiento europeo, es imponente y monumental en sí mismo.
Luego se recorren las habitaciones imperiales, el emperador era Carlos I de España, vale la aclaración.
Estas habitaciones son bastante posteriores, se construyeron entre 1528 y 1537.
La nota de color es que allí residió el escritor Washington Irving mientras escribía los famosos “Cuentos de la Alhambra”.
Carlos I se mandó a construir allí su propio Palacio como casa de verano pero nunca residió.
Esta construcción es de 1527 y desentona horriblemente con todo el resto porque como verán es una construcción romana que incluso se terminó de construir en el siglo XX.
Es una cosa enorme, algo solemne, caprichosa y desubicada.
Volvimos a la magia recorriendo el Generalife (inicialmente casa del arquitecto) y los majestuosos jardines que en los tiempos nazaríes eran el lugar utilizado para el retiro y descanso.
Acá lo importante son los jardines pues las construcciones eran bastante básicas debido a que el conjunto fue concebido como villa rural.
La ornamentación y el diseño de los jardines es algo bien característico y se pueden ver las mutaciones de estilos entre lo árabe y lo español creando algo nuevo con espíritu propio.
Las fuentes y el manejo del agua es algo remarcable. Estos señores adornaban con con agua y diseñaban los huertos de forma tal de que nada quedara fuera de lugar, y las flores y las piscinas se integran visualmente con el resto de las construcciones y el paisaje. Sinceramente es uno de los mejores trabajos de paisajismo que se pueden ver en un lugar tan extenso.
Cosas a tener en cuenta para la visita
Lo primero y más importante para decir es que para poder recorrerla por dentro los tickets se compran con anticipación en la página oficial ya que solo el 30% de las las entradas se pueden adquirir en las taquillas sin reserva previa y las colas son importantes y abajo del rayo del sol.
Cuando se compra el ticket también se elige el horario de acceso porque, por ejemplo, para los Palacios Nazaríes existe un cupo limitado a 300 personas cada media hora y si no se accede dentro de esa media hora se pierde el derecho de visita y andá a llorarle al Rey Felipe.
El precio de la entrada general que vale para visitar todo el complejo es de €14.00
Actualización! A partir del 1 de Mayo de 2020 es requerido el DNI o pasaporte para el ingreso. Por favor chequear acá.
Cuando elijan el horario de acceso recomiendo no muy al mediodía en verano o primavera porque el calor agobia y acá vale la aclaración que todo el complejo tiene bebederos o fuentes de agua fresca o de otra forma los visitantes morirían disecados. Lleven sus botellas para rellenar, no se puede tomar directamente de las fuentes o bebederos.
Otra opción para verano son las visitas nocturnas que son hasta las 23:30 hs y las vistas son maravillosas.
En todos los casos, una vez dentro del predio de la Alhambra, podrás quedarte hasta el horario de cierre.
En caso de que hayas llegado a Granada de casualidad o te hayas olvidado de comprar los tickets, hay que preguntar en las conserjerías de los hoteles pues la mayoría ofrecen el servicio de “Reserva de entradas a la Alhambra” a través de su sindicato y pueden conseguir algo para el día o para el día siguiente.
Evidentemente tienen muy claro que Granada vive por y para La Bella Alhambra.