Colmar, mágica y fascinante
Situada al sur de Strasbourg en Francia, Colmar otra de las ciudades que se me escapa de las rutas por una cosa o por la otra, pero principalmente porque está casi cerca pero lejos de otras ciudades más importantes o de pequeñas ciudades que quedaban cerca de las ciudades importantes y entonces uno ya no puede salirse más de la ruta sin cambiarla por completo.
No sé si la explicación es buena, pero es así.
Toda la región de Alsacia en Francia es bellísima para recorrer (también lo es el Sur de Francia y el Norte y el Este y el centro cómo no?) y está llena de pequeñas ciudades que parecen ser escenarios de relatos fantásticos, Colmar es una de ellas y podría asegurar que es la que más se parece a las viejas tapas de libros de cuentos que he visto.
En cuanto a la ubicación, para ser sintéticos, podemos decir que Colmar está en la triple frontera entre Francia, Alemania y Suiza.
El centro de la ciudad antigua está muy bien conservada y por lógica alberga varios de los edificios principales, muchos de ellos con el característico estilo gótico alemán que nos resulta tan romántico, de hecho es considerada la última ciudad de carácter medieval en la ruta de los vinos de Alsacia.
Como ciudad fronteriza fue parte de las disputas territoriales entre Alemania y Francia a lo cual le debe en parte semejante escenario arquitectónico: hermosas casas renacentistas a la vera de los canales y monumentos que soportaron todo y resistieron al paso del tiempo.
Una de las cosas que saben hacer estas pequeñas ciudades es decorar con flores, la verdad que yo me quedé muy sorprendida en algunas ciudades europeas en donde las flores forman parte de la vida diaria, se compra pan, manteca y flores, y en Colmar se nota que esto es importante, tanto plazas parques como balcones están llenos de flores como si algo les faltara para terminar de ser hermosos.
El dato
Además de algunas piezas de arte medianamente destacadas que se pueden encontrar en el Museo Unterlinden, el dato artístico lo aporta saber que en esta pequeña ciudad nació Frédéric Auguste Bartholdi, nada más y nada menos que el diseñador de la Estatua de la Libertad del cual les hablé en esta nota y también en la nota les contaba que acá en Colmar hay una réplica en su honor inaugurada en 2004 para el centenario de su muerte.
Con esto termino y les cuento que quizás este año pase muy cerca de Colmar otra vez y que otra vez voy a intentar llegar, esta vez por Alemania.
Sinceramente depende del cansancio, del tiempo y de esa cosa de tener que elegir entre lo mágico y lo fascinante, porque incluso en comparación con las pequeñas ciudades vecinas que son muy bonitas todas, Colmar es diferente, es mágica y fascinante a la vez.