¿Cómo empiezo a viajar?
Si se preguntan qué hace un viajero entre viaje y viaje les diré que básicamente dos cosas: planifica hojas de ruta para sus próximos viajes y ahorra plata a tal fin.
En mi caso tiendo a dejar en segundo plano el tema monetario, no porque no sea importante sino porque primero quiero soñarlo y después veo cómo lo hago realidad, pero empezar al revés no me resulta.
Entonces empecemos por lo primero.
¿Qué estás buscando?
Acá lo que prima es el deseo personal, preguntate qué te gusta, ¿qué te moviliza?, ¿qué querés encontrar en ese destino?
¿Por qué es tan importante esto? Porque es tu objetivo y va a demandar un gran esfuerzo y hay que estar absolutamente convencido de que vale la pena.
¿Entonces que queremos?
Playas, aventura, cultura, compras, entretenimiento familiar, ¿alguna actividad en particular como esquiar? ¿La combinación de algunas de estas opciones?
Una vez decidido lo que vas a buscar hay que decidir dónde: ¿tu país, en países limítrofes, en tu mismo continente, en otros continentes?
Cuando se tiene definido eso ya se puede puntualizar en países, ciudades o regiones. Acá el secreto es hacerlo dentro de una lógica de proximidades, ejemplo: quiero conocer China y Portugal no funciona. Hay países que se pueden hacer en el mismo viaje y hay destinos incompatibles con la lógica que está restringida principalmente por dos factores: tiempo y dinero.
De haber elegido múltiples destinos, procurar que estos estén a un tren o un avión corto de distancia y en el caso de avión, no más de tres aviones de conexión en total aunque sean trayectos cortos, en caso de auto, no más de 500 km en un día es lo ideal, los viajes entre destinos estresan aunque uno no quiera y estamos para disfrutar no para padecer.
La hoja de ruta
Cuando ya tenemos clara la hoja de ruta aferrate al plan y sentite libre de modificarlo pero no radicalmente, es decir, por ejemplo: quiero un viaje cultural por Latinoamérica y ya marqué todos los destinos que quiero tocar, pero quiero poder tener un par de días de compras y pasar a visitar a los parientes que tengo en Colombia.
Todo esto es compatible siempre que se respete la hoja de ruta, yo a esto le llamo la columna vertebral del viaje, me puedo mover un poquito pero no demasiado.
Lo que quiera hacer, lo tengo que conocer
Ahora sí estamos listos para investigar puntualmente qué hay para ver y hacer en cada destino y acá valen todos los recursos: guías, sitios web oficiales, noticias, blogs y consejos de amigos que ya hayan ido a esos lugares. Creo que ya les dije que para mi el factor “consejo de amigo” sirve muchísimo. Un amigo conoce lo que ninguna guía podría conocer: a vos.
La búsqueda de información sobre puntos de interés es, si se quiere, la tarea más complicada. En un punto vamos a sentir que tantos datos nos abruman, pero tranquilo, la clave está en clasificar.
De cada lugar seleccionemos en una columna las cosas que si o si queremos hacer, en otra columna las cosas que queremos hacer pero que pueden ser opcionales y en una tercer columna las cosas que nos gustaría hacer solo si nos sobra tiempo.
Una vez clasificadas las actividades vamos a poder asignarle a cada destino el tiempo de estadía necesario teniendo en cuenta las prioridades de la primera columna. Y acá les dejo una recomendación: nos va a dar la sensación de que no llegamos con todo, pero si uno se organiza puede lograr cubrir casi todas las cosas que uno se propuso hacer, se los aseguro, siempre quedará algo, obvio, pero lo prioritario se cubre.
Lo que nos va a ayudar a lograr cubrir todas las actividades que queremos hacer en cada lugar son algunos pequeños tips.
De cada destino debemos tener el mapa e investigar las redes de transporte interno, esto nos ahorra tiempo de preguntar o de perdernos, y además nos permite aglutinar varias atracciones que queden en un radio que se cubra a pie en un mismo día, así se va “barriendo” desde un lugar hacia otro, habitualmente desde el lugar de alojamiento, incluso aprovechar lo que queda de camino entre el alojamiento y la atracción, tanto de ida como de vuelta.
Una buena recomendación es saber los horarios de las atracciones, de los medios de transporte y un dato no menor, los horarios de la sociedad, ejemplo: ¿Duermen siesta? ¿Los domingos abren las atracciones, los negocios? ¿Hay alguna festividad o feriado en esas fechas? ¿Hasta qué hora hay restaurantes abiertos? Si no sabemos estas cosas nos podemos complicar mucho y perdemos tiempo precioso, ya me pasó y ya lo aprendí.
Otras cosas que hay que saber del lugar a donde vamos aunque parezca obvio son el idioma, el tipo de moneda, cuál es su política cambiaria (yo me vuelvo loca explicando la argentina, es en serio, traten de hacerlo un día y me va a dar la razón) y no menos importante qué clima nos espera en el destino y esto tiene que ver con que muchas actividades están supeditadas a las condiciones climáticas.
¿Cómo vamos?
Ahora que ya sabemos a donde vamos a ir, conocemos los lugares que conforman nuestra hoja de ruta, las actividades que queremos hacer, los puntos de interés y adjudicamos el tiempo necesario para cada lugar, resolvamos los transportes principales: Pasajes de avión, trenes, buses, auto propio o de alquiler, lo que necesiten para unir los puntos de la hoja de ruta.
Este es también el primer paso del armado del presupuesto que yo divido en 3: Aéreos si los hubiere, transporte terrestre y alojamiento. Dejo para el final el gasto diario de comida y otros.
Acá vale todo para conseguir las mejores condiciones, llámese tarifas, promociones aéreas, ofertas, cuotas, black friday, todo.
En este paso entra a jugar el segundo factor condicionador: el tiempo
Podemos encontrar un vuelo vía Abu Dhabi que convierte un vuelo de 12 horas en uno de 57 y nos ahorramos un montón de plata, pero perdemos 3 días volando. Así no!
Hay que encontrar el equilibrio para optimizar el tiempo que tenemos y pagar un precio apropiado.
Otra cosa que me es útil es comparar medios de transporte entre si, puedo volar y en una hora estoy en destino pero pagando una cantidad significativa, puedo tomar el tren que es más barato pero demora 4 horas, puedo alquilar un auto que es mucho más barato y llegar en 7 horas agotado y solo con ganas de dormir. Todo esto hay que ponerlo sobre la mesa y distinguir qué es en lo que podemos pagar un poquito más, en qué podemos ahorrar y en qué definitivamente no queremos ahorrar.
¿Dónde nos alojamos?
Una vez que armamos el esqueleto del transporte veamos dónde nos alojamos.
Acá tenemos un menú que va desde casas de familia, hostels, hasta apartamentos y toda la gama de estrellas de los hoteles.
Mi recomendación es alojarse cerca de las atracciones principales de nuestro destino lo que nos ahorrará mucho tiempo viajando.
En cuanto a qué tipo de hospedaje, va en gusto, antojo y presupuesto de cada uno. Suelo decir que con una cama cómoda y un baño limpio yo estoy muy bien, y es real, pero cada uno sabrá si puede ceder en confort o si dispone de un presupuesto en donde se puede permitir un lugar con mayores comodidades.
Por otro lado hay un factor que define el alojamiento que es nada más y nada menos que el destino, no son lo mismo los hoteles de playa que de ciudad, que los de algún destino en particular. Chequeen opciones en las páginas del tipo tripadvisor que tiene recomendaciones de pasajeros y evalúen a su criterio, tengan en cuenta si se incluye el desayuno o no porque muchas veces si el desayuno es abundante podemos saltear el almuerzo, lo que significa ahorrar unos pesos y también ahorrar tiempo en almorzar.
Presupuesto, el final del camino y el principio del viaje
Llegamos al final y ya tenemos los destinos, las atracciones, el transporte y el alojamiento, y también el presupuesto base de transporte y alojamiento.
Nos queda una sola cosa, la vida diaria.
Es muy simple, cantidad de comidas diarias por días de viaje, por precio por persona.
¿Y cómo sé el precio? De vuelta, blogs, sitios específicos y por favor, sentido común.
En el mundo un cubierto de 50 dólares por persona es alto, de ahí para abajo hasta poder comer con 7 dólares una hamburguesa, todo, es más (esto yo no se los dije) se puede comer por 2 ó 3 dólares pero no pidan un examen bromatológico. De vuelta es a elección.
Si de casualidad están en un país muy caro tipo Suiza o Inglaterra, siempre hay opciones baratas, busquen.
Y ahora si, ya tenemos el viaje armado y el presupuesto final.
Pongan una fecha estimada y empiecen a ahorrar, no es difícil, puede llevar más o menos tiempo pero se puede, la plata que se destina a viajar no es un gasto, es una inversión en recuerdos maravillosos y una de las experiencias más extraordinarias de la vida.
A viajar!