Visita a la Galería Borghese (esta vez por dentro)
La aclaración de que es “por dentro” es porque hace tiempo les había contado acerca de las dos obras fundamentales de esta Galería cuya mano extraordinaria era la de Bernini.
En esa oportunidad también les contaba que nunca había tenido la oportunidad de visitar la Galería en mis visitas a Roma porque todo no se puede cuando hablamos de Roma, pero había prometido volver y volví.
Lo primero y más importante para quien quiera conocer la Galería es que los tickets se adquieren con antelación, desde la web o en persona, pero nunca vayan sin ticket con la intención de entrar ese día porque es imposible, no hay modo, es un lugar relativamente pequeño y la cantidad de personas que pueden ingresar es limitado, y un dato importante es que el ticket tiene hora de entrada y de salida, te dan 3 horas para recorrer, yo creo que nadie te va a echar, pero hay que tenerlo en cuenta por las dudas.
Dicho esto, paso a contarles sobre la visita.
La Galería Borghese es una pinacoteca situada en los jardines de la Villa Borghese que, a propósito, es un hermoso paseo para hacer antes o después o cuando tengan tiempo, nada especial, solo un parque apacible y ameno.
Scipione Borghese fue el primer mecenas de Bernini y además de sus hermosas esculturas era el propietario de una colección extraordinaria que incluía muchas obras de Caravaggio, Tiziano y Rafael, por nombrar a algunos.
El recorrido es muy compacto y direccionado, es decir, no nos podemos perder, son salones relativamente pequeños en comparación con los grandes Museos, y son solo dos pisos de exhibición lo que permite que dos horas te alcance para recorrerla bien.
La planta baja está enteramente dedicada al arte clásico antiguo, el tema es que para esa altura ya vimos tanta estatua romana que pasas de largo sin demasiada atención pero algunas piezas valen la pena como el mosaico de los Gladiadores descubierto de casualidad en ese lugar y la sorprendente escultura de Paulina Borghese como Venus que se le encargó al propio Canova. Yo también quiero una así.
La planta superior es el plato fuerte de la pintura con varias obras universalmente conocidas que si se las nombro solamente es lo mismo que la nada, así que les dejo algunas obras maestras con mayúscula que se pueden ver.
Luego están mis dos esculturas favoritas de Bernini que no pude dejar de ver porque de hecho son las piezas más importantes de la Galería.
Tengo que decir que después de haberlas visto y haber recorrido toda la Galería volví al lugar en donde estaban a verlas nuevamente, tanto como para llenarme los ojos de belleza extraordinaria y grabarlas en la retina.
Apolo y Dafne
Apolo persiguió a Dafne incansablemente y trató de conquistarla a toda costa pero ella siempre lo rechazó. Un día finalmente Apolo le da alcance y Dafne pide a su padre Peneo que la convierta en un árbol de laurel antes de que Apolo la poseyera.
El Rapto de Proserpina
Proserpina era la hermosa hija de Ceres y Júpiter. Por otro lado Venus lo manda a Apolo a que le clave una de sus flechas de amor a Plutón, dios del infierno, para que se enamore de Proserpina, y allí va Plutón a buscarla y raptarla para casarse con ella y convertirla en la diosa del inframundo.
Hasta acá entonces la visita a la Galería Borghese que tenía pendiente y prometida.
Tengo que decir que para mi fue muy emocionante y supongo que lo es para cualquiera que tenga aprecio por el arte, estas obras no pasan inadvertidas, son obras maestras mundiales y tenemos el privilegio de poder verlas, están ahí, y están para nosotros.