Teatro Colón – Buenos Aires
Una buena forma de poder apreciar lo que está lejos es primero saber apreciar lo que tenemos cerca. No lo dije yo, pero tampoco sé quién lo dijo, solo sé que es verdad.
Esta es la primera vez que escribo sobre Buenos Aires y quiero hacerlo sobre lo que es a mi criterio el mayor patrimonio de la Ciudad de Buenos Aires.
El Teatro Colón es una de los cinco mejores teatros de ópera del mundo, este puesto se lo gana por su tamaño, acústica, trayectoria y valor edilicio.
También es la medida de consagración para músicos, bailarines, cantantes y artistas varios, pues la rigurosidad en el armado de los programas permite que quien se presenta en el Colón pueda decir que alcanzó la cima del prestigio a nivel local y mundial.
El Teatro se empezó a construir en 1889 por iniciativa de Torcuato de Alvear, en ese entonces intendente de la Ciudad de Buenos Aires.
Para su construcción se llamó a una licitación pública que fue ganada por el proyecto que incluía al arquitecto Francesco Tamburini, también responsable por las fachadas de la Casa Rosada, quien lamentablemente falleció antes de ver al Teatro terminado.
Una curiosidad es que el lugar original para la construcción del Teatro era la manzana donde hoy tenemos al Congreso de la Nación, en Rivadavia y Entre Ríos, como primero se decidió la construcción del Congreso, el Teatro fue a parar en el terreno que ocupaba la vieja Estación del Parque, frente a Plaza Lavalle, donde está hoy.
De aspecto es un poco griego y un poco renacentista, de estructura es bien alemán y la ornamentación es clásico francés, a esto se lo llamó Art Nouveau del siglo XIX, a mi me encanta.
El Teatro se inauguró el 25 de Mayo de 1908 con la puesta de la ópera Aída, de Verdi, digamos que es una impresionante manera de inaugurar la sala.
Algunos números del Colón:
Superficie ocupada: 8200 metros cuadrados
Superficie Total: 58.000 metros cuadrados
Sala principal:
32 metros de diámetro, 75 metros de profundidad, 28 metros de altura.
7 niveles de ubicaciones
Capacidad para 2487 espectadores sentados (hay ubicaciones para prados)
Escenario:
35 metros de profundidad
34 metros de ancho
La sala principal es bellísima en su conjunto, es mayormente roja y dorada, está delicadamente decorada y la atención se va directamente a la gran araña y a la hermosa cúpula.
Está rodeada de grandes salones igualmente bellos: el Foyer, el Salón Dorado, el Salón de los Bustos, el Salón Blanco y el Museo que alberga los trajes utilizados por algunas de las figuras que pasaron por el teatro.
Tuve la suerte de poder ir varias veces al Colón, antes y después del 2010, año en que reabrió sus puertas para la fiesta del Bicentenario tras las grandes obras de remodelación que tuvo.
Tengo que decir que la diferencia fue notoria y en lo particular quedé maravillada con las restauraciones. Fue un trabajo extraordinario.
El Colón hoy luce maravilloso por dentro y por fuera y les recomiendo ir a visitarlo, si pueden ir a ver una obra buenísimo, pero si no tienen la posibilidad todo esto puede verse en visitas guiadas que ofrece el Teatro, las cuales son super completas y profesionales, hay muchas historias y mucha información que vale la pena y que por más que yo la escriba perdería sentido frente al valor de estar viendo lo que te están explicando.
Las visitas guiadas duran aproximadamente una hora y para los argentinos cuesta 60 pesos, si no, 150 para extranjeros.
No dejen de visitarlo porque es extraordinario y es nuestro, es de todos y principalmente es un orgullo para los argentinos en todas partes del mundo.
Más info en http://www.teatrocolon.org.ar/es/