La mejor manera de recorrer Europa
Seguramente habrán visto los avisos de agencias de viajes que ofrecen paquetes promocionales a Europa que incluyen aéreos, estadía y alguna otra cosa más y que parece que se pelean para ver quién ofrece más destinos en menos cantidad de días.
Son bastante atractivos porque haciendo la ecuación de cantidad de destinos + servicios = precio atractivo. No está mal, lo que no me parece nada acertado y que debiéramos tener en cuenta es la cantidad de destinos dividido cantidad de días.
Acá la ecuación no cierra por ningún lado.
Recorrer una ciudad no es ir a sacarse la foto y salir corriendo al próximo destino, no es escuchar a un guía repetir su libreto sin entender nada y asentir con cara de bobo o esperar a que termine pronto para poder sacar la foto.
No es tampoco estar midiendo el tiempo libre que queda entre un monumento y un museo, ni especular con la actividad del itinerario que suponemos podemos prescindir para escaparnos a hacer otra cosa, eso es un stress que no solo no es necesario sino que tampoco nos lo merecemos, se supone que estamos de viaje y disfrutando, para volvernos locos tenemos el resto del año.
Algunos de estos paquetes son hasta graciosos, en 8 días 8 ciudades de las cuales 3 son capitales, imposible.
En 13 días 11 ciudades que incluyen Londres, Madrid y París es una locura impracticable solamente teniendo en cuenta estas 3 ciudades. No quiero imaginar la velocidad con la que subieron a la Torre Eiffel.
Las ofertas más increíbles son las que incluyen cruceros, ahí sumás destinos a lo loco, 25 ciudades en 25 días.
Entiendo que hay destinos en los que pasás una tarde y no da para más pero aunque limpie y me quede con los lugares más importantes están quedando 9 ciudades importantes y algunas enormes, 5 de las cuales no se le pueden destinar solamente 2 días ni queriendo.
Eso y la nada es lo mismo o explicame qué conociste de Londres en 2 días, o de Roma? Imposible, insalubre e improductivo.
Algunos me dirán que para tener un primer pantallazo del continente está bien. Para mi no está ni cerca de bien, porque cuando se vuelve de un viaje de ese tipo no te acordás ni del nombre de las ciudades ni de qué cuernos era el Foro Romano ni donde quedaba el Big Ben y a gatas podes acordarte de que la torre de Pisa esta inclinada y tampoco te acordás por qué está inclinada.
Entonces ¿Cómo es la mejor manera?
Si no se conoce nada lo mejor es empezar por las grande capitales pero dedicarles a cada una no menos de 4 días.
De esta forma si tenés 15 días de vacaciones, se pueden hacer un Roma, París, Londres y si entra con calzador se puede agregar Madrid o alguna otra ciudad que te interese y quede de camino.
Si ya algo se conoce lo más cómodo y práctico es ir cubriendo regiones con ciudades que sean próximas e ir enganchando ciudades por el camino.
Como sea, lo importante es darse tiempo para poder asimilar la información, disfrutar de los paseos, poder elegir qué hacer y qué no, sentirse a gusto y tener la libertad de decidir por uno mismo cómo administrar los tiempos y darse ese tiempo para poder enganchar mentalmente con el lugar, poder entenderlo, incorporarlo y disfrutarlo como el lugar propone.
Es fundamental organizar una ruta base y luego moverse dentro de la ruta para más o para menos según lo vamos queriendo, esto nos da la tranquilidad mental que amerita un viaje en el cual vamos a tener que abrir nuestras cabezas a mucha información y que es necesaria para vivirlo también emocionalmente, pues son muchas emociones y muy grandes.
El resultado de un viaje no se mide en la cantidad de ciudades visitadas si no en la calidad de momentos vividos.
Créanme, recorrer Europa como un loco sin estribos será un gran negocio para las agencias, para el viajero es tirar la plata.