La Noche Estrellada – La noche más hermosa de Van Gogh

La Noche Estrellada del pintor holandés Vincent Van Gogh es uno de los cuadros más conocidos del mundo y también uno de los más aludidos por otras artes y expresiones culturales como el cine, la televisión, el diseño gráfico, incluso hay quienes, en forma de homenaje, se han tatuado porciones de este cuadro en su piel.

El cuadro fue pintado en el año 1889, un año antes de la muerte del pintor, cuya vida además de corta, porque solo vivió hasta los 37 años, fue signada por la tristeza, la soledad, su enfermedad mental y, aunque parezca raro, por la pobreza.

Su único sostén financiero fue su hermano Theo, un marchand de arte que estuvo siempre a su lado desinteresadamente y con quien tenía un fuerte lazo fraternal el cual está muy bien documentado en las innumerables cartas que intercambiaron.

Van Gogh es considerado uno de los principales exponentes del postimpresionismo, una categoría muy respetada, inscripta dentro del arte moderno, pero el reconocimiento le llegó luego de su muerte y nunca consiguió vivir de su talento.

Él decía que pintaba lo que veía: los campos de trigo, su habitación, los girasoles, a las personas que lo rodeaban y, por supuesto, las noches estrelladas.

Es destacable que en el último año de su vida, ya teniendo un deterioro físico y mental avanzado, fue el año en que más obras pintó y en el que pintó las obras posteriormente más admiradas.

Estando internado en el sanatorio psiquiátrico de Saint Remy en Provence, en una de sus tantas internaciones, le habilitaron una sala para que pudiera pintar, así fue como nace La Noche Estrellada, una reconstrucción de la imágen que Van Gogh tenía a la noche desde su ventana en el sanatorio. Lo curioso del caso es que la pintó durante el día, recordando cómo se veía de noche.

En los alrededores del sanatorio había una gran cantidad de cipreses, y estos árboles, tan característicos, enamoraron a Van Gogh, quien los empezó a incorporar a sus pinturas como en el caso de este cuadro.

También durante su estadía en la clínica incorpora el uso de los remolinos como técnica particular, fue interpretada por los críticos de arte como parte de la turbulencia de su mente, remolinos que también, algunos dicen, si uno se quedan mirando el cuadro unos minutos parecerían estar movimiento.

La Noche Estrellada además tiene algunos detalles curiosos, por ejemplo, las ventanas de la clínica tenían barrotes, pero Van Gogh las omitió deliberadamente, lo que puede ser interpretado como un simple recurso estético y también como un estado mental del artista, quien en realidad no se sentía encerrado como efectivamente estaba. Pensemos cuán distinto hubiera sido este cuadro y cuán distinta su expresión e interpretación si los hubiera pintado.

Las estrellas para Van Gogh fueron uno de sus leitmotivs, un año antes de pintar esta obra había pintado Noche estrellada sobre el Ródano, otra pintura excepcional, y Terraza de café por la noche que presenta una técnica muy similar en la impresión que le dió al cielo y a las estrellas.


Noche estrellada sobre el Ródano

Terraza de café por la noche

Noche Estrellada forma parte de la exhibición permanente del MoMa, Museum of Modern Art, en Nueva York, y es la vedette del museo, pues desde que abre hasta que cierra está rodeada de una multitud de visitantes y flanqueada por dos guardias de seguridad exclusivos para este cuadro. Aunque parezca exagerado ya hubo varios incidentes con obras maestras que fueron atacadas o vandalizadas por el público y no hay que dejar de tener en cuenta que además de ser una obra visualmente hermosa, su valor en el mercado ronda los 200 millones de dólares, y los especialistas dicen que en una subasta podría alcanzar los 400 millones fácilmente.

En síntesis, La Noche Estrellada de Van Gogh es una pieza de técnica asombrosa y belleza extraordinaria. Todo homenaje y alusión a esta obra siempre es poco y la crítica y el público la adora, es por eso que nunca más sentirá la soledad que inspiró su creación, y siempre vamos a querer contemplarla una y otra vez, y si tenemos la oportunidad vamos a querer un souvenir o tener una foto de ella y con ella, un recuerdo que ni Van Gogh, en su locura, hubiera imaginado que alguien querría tener, pero que la realidad evidencia, porque La Noche Estrellada es la noche más hermosa de todas.

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