Visita a Lauterbrunnen y Grindelwald
Resulta imposible establecer cuáles son los pueblos más lindos de Suiza, ya que su geografía alpina y su generosa vegetación, sumado a una arquitectura a veces romántica y otras barroca o gótica, hacen que los paisajes suizos caigan en una categoría de casi irrealidad. Este es el exacto caso de estos dos pueblitos suizos enclavados en los Alpes y que distan apenas 16 km uno del otro.
Lauterbrunnen
Lauterbrunnen es un valle muy fértil entre dos enormes paredes de rocas. Su nombre significa “Solo fuentes” debido a las 72 caídas de agua que tiene el valle, de las cuales algunas alcanzan hasta los 300 metros, y lo espectacular es verlas dispersarse por el viento del cañadón formando múltiples arco iris en el valle.
Verdes prados alpinos, montañas imponentes y las tradicionales casitas de madera, hacen que esta reserva natural de Suiza sea una de las atracciones turísticas más hermosas de la zona .
A esta región se puede llegar desde otras grandes ciudades como Berna, Fribourg, Lausanne o Zúrich. El viaje por carretera es muy cómodo, también se puede acceder en tren y la visita a la zona puede hacerse en un día y en cualquier estación del año, ya que cada una tiene un atractivo diferente y también diferentes actividades para hacer, deportes de nieve en otoño e invierno o senderismo y escalada en primavera y verano. Caminar por detrás de los saltos de agua es también una muy linda experiencia. Las vistas tanto desde abajo como desde arriba son tan bellas que parecen una ilusión.
Grindelwald
A primera vista se nota que es un pueblito con mayor estructura turística, tiene centros comerciales, varios hoteles, complejo de golf, pistas de ski en donde se pueden hacer deportes de invierno y hasta discoteca. Pero lo que justifica toda esa estructura son las maravillosas vistas que se pueden obtener tanto desde el valle como de las cumbres de las montañas, es por eso que, como Lauterbrunnen, tiene gran afluencia de visitantes todo el año.
Existe una línea ferroviaria que llega hasta el puesto Kleine Scheidegg, y desde allí se puede ascender hasta el punto panorámico de los picos del Eiger, Mönch y Jungfrau a 3400 metros, y disfrutar de las vista más espectacular de toda la región y, además, del glaciar más grande de los Alpes. El problema con este programa es el precio del boleto, algo así como la friolera de 91 Francos Suizos, sin embargo, incluso si no se hace este paseo en tren, las vistas desde Grindelwald son impresionantes y uno no se va con la sensación de haberse perdido de algo, por el contrario, uno se va con la sensación de haber visto uno de los mejores paisajes del planeta.
Agenden estos pueblitos suizos si andan por la zona y no se olviden de otra joya del lugar que es Interlaken.