Liège Guillemins – Esto es una Estación
Hace un tiempo les conté del viaje en donde conocí Cologne, que fue gracias a un stop que debíamos hacer para cambiar de tren y completar el trayecto Praga-París.
Pues así fue, luego de recorrer Cologne nos subimos a la línea Thalys de alta velocidad, que es creo la mejor línea de tren que he tomado en mi vida, y así cubrir el tramo de poco más de dos horas que pasaba por las ciudades de Aachen, Liège, Bruselas, París.
Como estaba bastante cansada y los asientos son muy cómodos me dormí un ratito y me desperté entrando a la estación Liège Guillemins que se encuentra en el este de Bélgica, y apenas abrí un ojo vi esto y les juro que tardé un rato en entender en dónde cuernos estaba.
Decir que es impresionante es poco, no?
Si les tengo que ser sincera, pregunté cuánto tiempo teníamos porque me quería bajar del tren a recorrer la estación. No podía entender qué era esta bestialidad en el medio de una ciudad que ni siquiera tenía escuchada.
No tenía más de 5 minutos así que solo la pude ver desde el andén del tren pero fue suficiente para causarme una gran impresión.
Por supuesto que me puse a investigar un poco del tema.
La estación Liège Guillemins es uno de los nodos más importantes de transporte de Bélgica y es utilizada por la red de alta velocidad.
Fue hasta 2009 una estación como cualquier otra de una ciudad pequeña, en realidad la estación fue inaugurada en 1834 y lucía más o menos así, digamos que como cualquier otra.
Si bien tuvo algunas modificaciones estructurales y arquitectónicas en más de 150 años, la mayor obra fue encargada en 1996 al arquitecto español Santiago Calatrava, quien debió hacer las modificaciones necesarias para el funcionamiento de las líneas de alta velocidad y además darle una estructura monumental, moderna, artística y funcional.
Quiero decirles que cumplió con todo. Se inauguró 13 años después en 2009 y este es el resultado.
Si les suena el nombre de Santiago Calatrava no es por casualidad, tiene muchísimas obras realizadas por todo el mundo y tiene esta característica de hacer obras estructuralmente monumentales, con mucho acero, vidrio y hormigón y por nombrar alguna que nos es muy familiar, el Puente de la Mujer de Puerto Madero es una obra de Calatrava. Lindo, no?
A Calatrava se lo ha criticado mucho y tildado de exagerado y de tener “una preocupante incongruencia entre la extravagancia de su arquitectura y el limitado propósito al que sirve”.
Extravagante si, si sirve o no al propósito es discutible y puedo esperar a discutir hasta que otra obra de otro arquitecto me haga querer saltar del tren solo para recorrer una estación.